Estamos rodeados de árboles. Árboles en las calles, en los parques, en el campo,en el colegio... Sabemos que son importantes para respirar y adornan nuestra ciudad, pero,
¿nos hemos parado a pensar la importancia que tienen en el juego de los niños y niñas?
En el patio de nuestro colegio había un gran olmo. Un viejo olmo, que como muchos otros, estaba enfermo, pero no lo sabíamos.
Hace mas o menos un mes, nos llevamos una sorpresa desagradable: el Ayuntamiento lo taló. De un día para otro ya no estaba nuestro árbol en el patio. Para los maestros y maestras era un árbol más, pero para los niños y niñas era un árbol especial. Nada más enterarse de la noticia, los peques se pusieron tristes e incluso hubo algunos que lloraron.
Y es que era algo más que un árbol. Era "LA CASA DEL ÁRBOL", allí se escondían, jugaban, hablaban, bailaban, buscaban sombra, se contaban secretos,...
...no solo nos sirven para respirar y adornar.
Heike Freire nos explica las ventajas de los espacios naturales para los niños. Algunas de ellas son:
Cuando pasan tiempo en espacios naturales, despliegan un juego más variado, imaginativo y creativo
Los niños que juegan en la naturaleza tienen sentimientos más positivos sobre sí mismos y los demás.
Estar al aire libre desarrolla un sentido de independencia y autonomía
Los entornos naturales estimulan la interacción social entre los niños.
Desde el comité medioambiental se propuso a los alumnos que dibujaran o escribieran algo sobre el árbol y algunos de los niños han querido dibujar ese espacio y le han dedicado unas frases de despedida.